El coco, una fruta muy beneficiosa para el bienestar, ¿qué podemos saber del coco?
Siempre que escuchemos hablar sobre las grasas saturadas, no podemos evitar sentir cierta aprensión hacia ellas, al saber que son malas y perjudiciales para nuestro organismo. ¿cómo podemos saber de ello? Todo comenzó con el fisiólogo estadounidense Ancel Keys siendo pionero en estudiar el efecto de la dieta sobre las enfermedades cardiovasculares, siendo el actual impulsor de la dieta mediterránea, Keys llegó a al conclusión de que a mayor consumo de grasas saturadas, mayor probabilidad existía la muerte por enfermedad cardiovascular.
Realizó un estudio siendo el primer ensayo epidemiológico multinacional sobre la potencial relación entre enfermedad coronaria y el colesterol de la dieta, pero el inconveniente fue que de los 22 países que había estudiado solamente publicó los resultados de siete de ellos, por lo que los datos se tergiversaron completamente y las grasas saturadas se demonizaron de por vida.
Así que es hora de dejar de demonizarlas, ya que ésas se encuentran de manera natural en los alimentos de origen animal, y algunos de origen vegetal. Solo tenemos tener en cuenta que a pesar de la mala prensa que tienen éste tipo de grasas, consumirlas en una cantidad equilibrada y saber de dónde procede la fuente en cuestión no disparará el nivel de colesterol. Salvo que el problema viene al consumir grasas saturadas derivadas de animales sometidos a tratamientos con antibióticos, hormonas y toxicas que adhieren a la grasa, así como alimentos procesados. En su defecto, procura elegir alimentos como el huevo, el aguacate y/o los frutos secos.
Siempre que escuchemos hablar sobre las grasas saturadas, no podemos evitar sentir cierta aprensión hacia ellas, al saber que son malas y perjudiciales para nuestro organismo. ¿cómo podemos saber de ello? Todo comenzó con el fisiólogo estadounidense Ancel Keys siendo pionero en estudiar el efecto de la dieta sobre las enfermedades cardiovasculares, siendo el actual impulsor de la dieta mediterránea, Keys llegó a al conclusión de que a mayor consumo de grasas saturadas, mayor probabilidad existía la muerte por enfermedad cardiovascular.
Realizó un estudio siendo el primer ensayo epidemiológico multinacional sobre la potencial relación entre enfermedad coronaria y el colesterol de la dieta, pero el inconveniente fue que de los 22 países que había estudiado solamente publicó los resultados de siete de ellos, por lo que los datos se tergiversaron completamente y las grasas saturadas se demonizaron de por vida.
Así que es hora de dejar de demonizarlas, ya que ésas se encuentran de manera natural en los alimentos de origen animal, y algunos de origen vegetal. Solo tenemos tener en cuenta que a pesar de la mala prensa que tienen éste tipo de grasas, consumirlas en una cantidad equilibrada y saber de dónde procede la fuente en cuestión no disparará el nivel de colesterol. Salvo que el problema viene al consumir grasas saturadas derivadas de animales sometidos a tratamientos con antibióticos, hormonas y toxicas que adhieren a la grasa, así como alimentos procesados. En su defecto, procura elegir alimentos como el huevo, el aguacate y/o los frutos secos.
Aportando al cuerpo la energía necesaria para trabajar adecuadamente, las grasas saturadas son beneficiosas para la protección de células para fijar el calcio en los huesos, fortalecer el sistema inmunitario, el desarrollo de nuestro cerebro. Por tanto, nos queda claro que no podemos prescindir de los alimentos que tengan grasas saturadas porque necesitamos su aporte calórico, pero debemos hacer un uso equilibrado de ellos e intentar buscar aquellos alimentos que tengan una fuente natural de grasas.
Y, aquí estamos hablando en esta época del año que podamos disfrutar es el coco, ya que nos sorprenderá la cantidad de beneficios que tiene, comenzando con que hay diferentes estudios demostraron que algunas poblaciones consumieron una buena cantidad de este alimento no han desarrollado ninguna enfermedad cardiovascular.
¿Y... cuáles son sus propiedades nutricionales?
Es un alimento rico en triglicéridos de cadena media, algo difícil de encontrar en otros alimentos, lo cual, quiere decir que su metabolización es un tanto curiosa, ya que va directamente del intestino al hígado sin pasar por el sistema linfático, por eso se produce una utilización rápida de energía, por eso, se ha recomendado su consumo para deportes de fuerza.
Ayuda a la producción de cuerpos cetónicos, el combustible necesario para nuestro cerebro.
Tiene un alto contenido de fibra. También es una buena fuente de la vitamina E, de acción antioxidante, vitaminas hidrosolubles del grupo B, minerales como calcio, magnesio, fósforo, selenio, potasio y cromo que ayudan a regular el nivel de azúcar en sangre.
¿Cómo incluir el coco en nuestra alimentación?
Al saber su composición y lo que nos aporta beneficiosamente, ya sabemos como podemos decidir a buscar la manera de introducirlo en nuestra dieta. Así que si recurrimos al coco fresco, encontraremos cierta dificultad ya que no siempre es fácil de encontrar en la frutería o en el supermercado, y la otra dificultad es abrirlo ya que no es sencillo y se recomienda consumirlo en el día para no perder sus propiedades.
Y, aquí estamos hablando en esta época del año que podamos disfrutar es el coco, ya que nos sorprenderá la cantidad de beneficios que tiene, comenzando con que hay diferentes estudios demostraron que algunas poblaciones consumieron una buena cantidad de este alimento no han desarrollado ninguna enfermedad cardiovascular.
¿Y... cuáles son sus propiedades nutricionales?
Es un alimento rico en triglicéridos de cadena media, algo difícil de encontrar en otros alimentos, lo cual, quiere decir que su metabolización es un tanto curiosa, ya que va directamente del intestino al hígado sin pasar por el sistema linfático, por eso se produce una utilización rápida de energía, por eso, se ha recomendado su consumo para deportes de fuerza.
Ayuda a la producción de cuerpos cetónicos, el combustible necesario para nuestro cerebro.
Tiene un alto contenido de fibra. También es una buena fuente de la vitamina E, de acción antioxidante, vitaminas hidrosolubles del grupo B, minerales como calcio, magnesio, fósforo, selenio, potasio y cromo que ayudan a regular el nivel de azúcar en sangre.
¿Cómo incluir el coco en nuestra alimentación?
Al saber su composición y lo que nos aporta beneficiosamente, ya sabemos como podemos decidir a buscar la manera de introducirlo en nuestra dieta. Así que si recurrimos al coco fresco, encontraremos cierta dificultad ya que no siempre es fácil de encontrar en la frutería o en el supermercado, y la otra dificultad es abrirlo ya que no es sencillo y se recomienda consumirlo en el día para no perder sus propiedades.
Lo bueno es que existen otras alternativas más prácticas como el coco deshidratado que aún mantiene sus propiedades intactas y se consume fácil. También se puede consumir como snack saludable para llevar a la playa o a la piscina, incluso en donde estés.
Y, otra opción en que puede servir es añadir como crunchy en los helados o como topping en los bowls de frutas y cereales. Cualquier idea siempre es buena para comer un coco ya que nos aporta infinitas propiedades saludables.
Fuentes: pexels - enfemenino.
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